Antonio Huertas: «Hemos creado más de 1.000 oportunidades para los jóvenes de la región»

El pasado 30 de junio, el Consejo Social de la Universidad de Extremadura celebró el último pleno del curso. Una jornada marcada por la aprobación de las cuentas de la Universidad de 2022 y por la presentación del balance de la Alianza Extremadura es Futuro, un proyecto impulsado por el Consejo Social con el objetivo de promover oportunidades para canalizar el talento universitario en beneficio de Extremadura. Su presidente, Antonio Huertas, hace balance de esta Alianza tras un año y medio de ejecución.

Lleva más de dos años como presidente del Consejo Social de la Universidad de Extremadura, ¿qué le llevó a aceptar la propuesta y qué primer balance hace de esta experiencia?

Para un extremeño de Villanueva de la Serena, siempre es un honor que te propongan contribuir a crear valor para tu tierra. Eso fue lo primero que pensé. Y lo segundo, y así se lo dije a todos los miembros del Consejo con los que me reuní uno por uno, es que quería impulsar una actuación más activa para que, de verdad, se percibiera por los ciudadanos que este órgano de enlace entre la universidad y la sociedad estaba produciendo valor añadido para Extremadura. De esas reflexiones, salió la Alianza por Extremadura que es el plan estratégico del Consejo para este mandato. El balance no puede ser más positivo. Los miembros del Consejo aceptaron rápidamente el reto que suponía ponerlo en marcha, y la Alianza, que apenas ha cumplido un año y medio, es un éxito de participación tanto por jóvenes extremeños universitarios, para los que hemos creado ya más de 1.000 oportunidades de trabajo y de formación; como para las empresas, organismos e instituciones que la están respaldando.

¿Cómo se vertebra esa Alianza Extremadura es Futuro?

La Alianza se está desplegando en relación a seis ejes de actuación, incluyendo el de las ayudas sociales, que hemos incorporado más tarde, pero que son muy importantes porque son acciones de inclusión para los más vulnerables. El primero es el más potente, el impulso al emprendimiento y las becas remuneradas que han permitido que más de 200 universitarios trabajen en más de 160 empresas, organismos e instituciones en Extremadura que, además del enriquecimiento mutuo, ha supuesto generar 88 empleos estables una vez finalizada la beca; y que otros casi 300 universitarios participen en acciones de emprendimiento. El segundo eje es el de Alumni, movilizar a todos los que hemos pasado por nuestra universidad para que seamos los primeros embajadores de la misma. Extremadura ha exportado mucho talento que, además de intentar que regrese o se quede en la región, también nos puede ayudar a difundir nuestra capacidad para atraer oportunidades de inversión y emprendimiento. En este caso el mentoring va a jugar un papel clave para complementar la formación universitaria con la práctica, con profesionales de éxito que van a tutelar a nuestros mejores estudiantes. El tercer eje es el Observatorio de Economía Sostenible. Queremos impulsar el crecimiento y el desarrollo social, pero siempre bajo los principios de sostenibilidad, combinando inversión y crecimiento económico con el cuidado del entorno, del medio ambiente y de las personas. El cuarto es una plataforma on line y presencial donde extremeños relevantes en el mundo empresarial, académico y profesional dan testimonio de su experiencia para que sirvan de ejemplo y de ayuda a las personas de cualquier edad, que quieren inspirarse en estos buenos ejemplos. Y el quinto, son los premios Extremadura es Futuro, un reconocimiento a las personas y entidades que están plenamente comprometidas con los fines de la Alianza

Quizás poco se habla de los Consejos Sociales universitarios, ¿por qué, qué tarea tienen exactamente?

Históricamente, las universidades han vivido intramuros, es decir, estaban muy centradas en el desarrollo académico del conocimiento. Y eso ha estado muy bien, porque es lo que mejor les ha protegido de los vaivenes históricos a lo largo de tantos siglos. Pero hoy la universidad no se entiende si no es una institución abierta y plenamente integrada con la sociedad donde se desarrolla. El Consejo Social como órgano de participación de la sociedad en la Universidad, debe ayudar a intensificar las relaciones de la universidad con la sociedad extremeña, garantizando la participación de los distintos sectores de los intereses sociales en el gobierno y el funcionamiento de la Universidad de Extremadura y, por otro, promover la implicación de la Universidad de Extremadura en el desarrollo técnico, científico y cultural de la sociedad extremeña.

Por citar algunas, entre otras funciones, el Consejo aprueba planes estratégicos como la Alianza Extremadura es futuro, supervisa las actividades económicas y administrativas de la Universidad, aprueba las principales decisiones tomadas por el Consejo de Gobierno de la UEx, impulsa la calidad de la docencia y la investigación, etcétera. Pero siendo todo esto importantísimo, lo es tanto o más que, involucremos a la universidad con la sociedad en la que está inmersa, la que la hace posible y para la que trabaja, formando personas.

El día 30 se ha celebrado el último pleno del Consejo Social del curso académico y en él, habéis presentado un balance de la Alianza, ¿cómo ha sido este primer año y medio de vida y qué destacaría?

Como he dicho al principio, el balance es muy positivo. El Consejo acogió desde el primer momento como un reto estratégico el lanzamiento de la alianza. Los inicios no fueron fáciles, era la primera vez que se impulsaba un plan de acción tan integral y costó arrancar, pero afortunadamente, la sociedad extremeña, las empresas, las instituciones públicas, las fundaciones y otras entidades, nos ha entendido muy bien y brindado todo el apoyo para acelerar los ejes de actuación. Hay cerca de 200 entidades de distinta naturaleza empujando y financiando juntas, es probablemente el ejemplo de colaboración público-privado en el ámbito educativo más potente de España. Más de 1.000 universitarios se han beneficiado de una acción/oportunidad creada gracias a la Alianza y lo que es más importante, las perspectivas son muy buenas para los cursos que tenemos por delante. En la reunión del 30, el pleno de Consejo Social valoró de firma muy positiva todo lo conseguido, y revisó la ejecución de los distintos ejes para impulsar más aquellos que han tenido un inicio más lento. Si me tuviera que quedar con una sola cosa a destacar sería la sensación que hemos tenido de pleno respaldo por parte de la sociedad extremeña y sus instituciones, empezando por la propia Universidad. Todos los miembros del Consejo Social se sienten satisfechos y comprometidos por haber encontrado una vía de contribución importante de este órgano al desarrollo social y económico de nuestra región.

¿Cómo ha sido la respuesta de las empresas y entidades del tercer sector?

Excepcional, la respuesta de las empresas y entidades ha sido excepcional. No solo las del tercer sector, todas, tanto públicas y privadas. Unas financiando las actuaciones, otras incorporando en prácticas remuneradas a los universitarios para incorporar ese talento a su actividad y otras haciendo ambas cosas, financiando y abriendo puertas para la empleabilidad en Extremadura.

Cuéntenos, ¿cuáles son los planes de futuro del próximo año y medio de vida de esta Alianza? Esta iniciativa ya está siendo estudiada como caso de éxito en otras universidades que se plantean implantar un modelo similar, ¿no?

La Alianza ha alcanzado ya velocidad de crucero, la hoja de ruta es seguir avanzando, potenciar los ejes que tienen más recorrido de crecimiento y consolidar los que ya van muy bien. El Consejo ha promovido esta Alianza como institución intermedia entre la universidad y la sociedad, ahora se trata de que el Consejo ejecute con menos protagonismo para que lo tome la sociedad y la Universidad, la Alianza puede seguir ayudando a crecer a Extremadura tanto tiempo como lo quieran sus ciudadanos haciéndolo posible. Hemos sido pioneros con esta fórmula de poner a trabajar juntos a lo público y a lo privado, y es verdad que hay otras universidades que lo están analizando, especialmente las que forman parte del Grupo G-9, como la UEx, que tienen en común ser la única universidad pública de su región. 

¿Cuáles crees que son los retos a los que se enfrenta la Universidad de Extremadura en los próximos años? 

La de Extremadura y todas las universidades. Cómo seguir siendo líderes de la formación en un mundo donde la digitalización ha roto todos los esquemas conocidos, como el acceso organizado al conocimiento y donde las reglas de juego de la empleabilidad son completamente nuevas. Siempre se ha hablado de la brecha entre la formación universitaria y el mercado laboral, pero ahora es más urgente que nunca, porque los nuevos empleos y oportunidades que se están creando no van a esperar a que las universidades formen a sus trabajadores, y menos que lo hagan con la rigidez de las titulaciones del pasado. Afortunadamente, la UEx está en el grupo de universidades que ha entendido que esto está pasando, y se viene transformando para seguir siendo relevante y útil para su función social principal que es formar talento y orientarlo a la empleabilidad, a ser posible, en Extremadura, aunque esto último no depende solo de la UEx. 

Usted ha realizado toda su carrera profesional en MAPFRE ¿Cómo se empieza de becario y se termina de presidente, qué experiencias puede compartir pensando en los jóvenes que ahora están empezando? 

Si tuviera la fórmula del éxito, muy probablemente ya la habría patentado… No hay secretos, trabajo, esfuerzo, humildad, capacidad de mejora, flexibilidad, probablemente suerte o que al menos no te acompañe la mala suerte, mucho sacrifico, mucha formación, poner mucho de tu vida personal en tu proyecto profesional… No estoy hablando solo de mí, lo que he contado y lo que he procurado hacer toda mi vida es lo mismo que hacen cientos de miles de empresarios, de emprendedores y de autónomos cada día. Lo de llegar o no a ser presidente es complementario, lo principal es perseguir con ahínco los proyectos que uno se propone y no cejar hasta conseguirlo. Por el camino, junto a los éxitos, habrá también fracasos. En España somos muy duros con el error, cuando es uno de los resultados posibles cada vez que se acomete algo, es una variable más que, cuando se produce, debe ser una palanca para la recuperación y el aprendizaje. En mi caso, he estado siempre a disposición de MAPFRE, tanto en España como fuera, en los proyectos y retos que la compañía ha ido planteándome.

Fuente: Periódico Extremadura